EXPERIMENTACIÓN:

¡Es una fuente de aprendizaje muy estimulante! Esta actividad favorece la autonomía, el descubrimiento de uno mismo y del entorno, el pensamiento lógico y matemático y la comunicación y el lenguaje. Se trata de ofrecer diferentes objetos y materiales para que los niños los manipulen y exploren libremente a nivel sensorial y perceptivo. En la escuela usamos una mesa de experimentación; esto facilita la actividad. En casa podéis utilizar cajas grandes o bandejas de cocina; también funcionan muy bien. Lo importante es que los materiales no terminen todos esparcidos con los primeros movimientos... (aunque acaba haciéndose inevitable que los más pequeños terminen por todas partes...).

Aquí os dejamos algunos ejemplos, pero las posibilidades son infinitas y la cocina de casa, un súper-almacén: Bloques de construcción, botes, tapones y tapas, tubos, botones, cajas de diferentes tamaños, cápsulas de café, carretes de hilo, llaves, arena, cadenas, cubiertos, coladores, embudos, semillas, legumbres, arroz, pasta, confeti, algodón, posavasos, pajitas, etc. Algunos elementos como las cadenas o las tapas funcionan muy bien solas porque dan mucho juego; otros como las legumbres solemos combinarlos con botes o tubos para tener más opciones de manipulación.

Todas las opciones son válidas, no tengáis miedo a probar y... a jugar!